Silvana Fernández

Desde el año 2006 soy Profesora de Astrología. Desde ese momento hasta hoy, como tantos apasionados de la Astrología, tuve que lidiar con sonrisas sarcásticas, gestos incrédulos, miradas desafiantes y preguntas, miles de preguntas.
Durante todo ese tiempo fui pasando por distintas etapas. Por momentos lo oculté, por el simple hecho de la mirada descalificadora de los otros hacia una actividad no reconocida socialmente y, lo que es peor, denostada desde el sentido común (el menos común de los sentidos).
Pasé por momentos de incertidumbre, teniendo una doble vida….Sí! Una doble vida, como si fuera algo vergonzoso o humillante. Tuve dos Facebook, uno para los contactos “serios”, otro para publicaciones y contactos de Astrología. Usé las redes sociales a medias (no vaya a ser cosa que los de la facu se enteraran qué hacía)
Tuve que “rendir cuentas” ante las miradas burlonas de la gente que quiero. Sí, rendir cuentas. Porque las personas me importan (SOY DE LIBRA) y tengo el vicio libriano de dar más valor a la mirada del otro que a la convicción propia. Y eso me angustió. Siempre. Porque, desde el principio, vi lo que gran parte del mundo se estaba perdiendo: Conocerse a sí mismo., conocer a los otros, entender por qué sufrimos, aceptar algunas situaciones, elevar el nivel de conciencia, acompañar a quienes queremos y a nosotros mismos desde otro lugar.
Por suerte, mi CASA 7, lugar donde están “los otros”, tiene el emplazamiento de VENUS y JÚPITER. Siempre tuve “otros” amorosos, tanto alumnos como Grandes Maestros. Y ahí pude desplegar mi pasión. Conocí grandes almas que me abrieron sus corazones y mis caminos.
Por tener ASCENDENTE ACUARIO y DESCENDENTE LEO, aparecieron ellos: mis primeros Maestros, EMA CINGOLANI y GABRIEL BORLA, ambos ascendentes ACUARIO; y LUNA en LEO (ella) y SOL en LEO (él). Los primeros hacedores de quien Soy. Me transmitieron el idioma sagrado, y junto con él la Maestría de mirar la vida desde este lugar.
Gracias a ellos y a la Astrología, “me conocí”. Parece tonto decirlo así, pero no lo es. Me miré día a día en el espejo desde que nací, y sin embargo no supe quien en verdad SOY, hasta que la Astrología me lo mostró. Un mapa en un papel me convenció de que NO SOY esa mujer “que criaron para casarse”, ni esa mujer que “tiene que aceptar lo que le tocó”, ni tampoco esa “que fracasó porque no fue lo que se suponía que tenía que ser”
A mis alumnos les dije cientos de veces en las clases: cuando les digan que no “creen” en la Astrología, respondan que “no crean”, que no es una cuestión de fe, que no es una religión, tampoco una ideología; que “OBSERVEN”, que “SE OBSERVEN”, que “SIENTAN”, que “SE SIENTAN”. El que sabe Astrología, sabe que si observamos, no hay nada que rebatir. Por eso, puedo decir, al igual que mis colegas Astrólogos: no tuve ningún alumno que dejó de cursar. Todos continuaron y continuarán, porque la Astrología es un camino de ida, que nos conecta con la sabiduría interior. Y una vez ahí, ya no hay de donde salir.
Mi SOL en LIBRA, en CASA 9, me esperaba para brillar, para expandirse gracias al TRÍGONO que le hace mi ASCENDENTE en ACUARIO. Los estudios superiores me encontraron, FILOSOFÍA. En 4 años fui PROFESORA DE FILOSOFíA, y en dos años más LICENCIADA en FILOSOFÍA (el gran tema de la casa 9). La Astrología me guiaba y me marcaba el rumbo, como un faro iluminaba el camino.
El dinero fue siempre mi gran piedra en el zapato. Tengo SATURNO en CASA 2. ¡Y no está solo! Es parte de una gran configuración. Una triple conjunción: Quirón en Piscis, Luna y Saturno en Aries, en oposición a Urano y Plutón en Virgo en CASA 8; en cuadratura con Marte en Sagitario en CASA 11. Lo que conocemos como una T cuadrada. ¡Seis planetas! Seis, me complicaban mi relación con el dinero.
¡Pero Quirón está en Piscis!!! Quirón en Piscis, en CASA 2: el ingreso de dinero vendría de la sanación, ¡del trabajo terapéutico! Y sí, en el mediocielo, NEPTUNO (cúspide de CASA 10) y MERCURIO (final de CASA 9), ambos en ESCORPIO estaban listos para ponerse en actividad, desde lo profesional en pos de la Sanación. Y allá fui: a la Facultad de Psicología. Otra vez la Astrología me guió.
Y por estar en el Sendero, otra Maestra apareció, VIRGO esta vez, representante en la Tierra de mi VENUS en VIRGO en CASA 7. VIOLETA VÁZQUEZ y su BIODECODIFICACIÓN RIZOMA, me formaron. Y de la mano de Silvia Viera me biodecodifiqué: abracé desde el alma a mis tías, Silvia y Susana que legaron mi nombre con su corta vida, agradecí a mis dobles en el árbol, me reconocí en cada uno de ellos y sus historias, los alojé en mi alma con amor, más allá de los relatos, y aquí estoy, bendecida por todos ellos, amada y amante de cada una de sus historias, de sus dolores, de sus padecimientos y de sus talentos, recibiendo la vida y el amor a través de todos ellos.
Todavía me preguntan… ¿es predictiva la Astrología?
Tal vez si mi madre, al momento de mi nacimiento hubiera consultado a un Astrólogue, quizás le hubiera dicho: su hija va a ser Profesional (SOL en CASA 9), pero le va a llevar muchos años antes de saber qué estudiar (NEPTUNO EN CASA 10). Va a sufrir carencias económicas (SATURNO en CASA 2), pérdidas (URANO y PLUTÓN en CASA 8) con mucho dolor (QUIRÓN en PISCIS, conjunción LUNA en CASA 2). Pero tiene todo para salir adelante, SOL TRÍGONO ASCENDENTE, en signos de Aire, a través de la comunicación. Podría ser ASTRÓLOGA (ASCENDENTE ACUARIO), o Maestra o Profesora, una eterna aprendiz (NODO en CASA 3). Se sentirá plena transmitiendo, conectando, enseñando, le gustará viajar para enseñar (MARTE EN SAGITARIO, SOL EN CASA 9, NODO EN CASA 3) y tantas cosas más que viví y me atravesaron para llegar hasta acá.
No sé…si la Astrología es predictiva, no lo sé. Sólo sé, que en este momento histórico, en esta sociedad en la que me toca vivir y desplegar mi Profesión, honrada por los acontecimientos de público conocimiento de fractura del patriarcado que me engendró, gracias al tránsito de URANO en TAURO, PLUTÓN en CAPRICORNIO y toda la sabiduría del Cielo, puedo decir: YO ME PARÍ gracias a la ASTROLOGÍA.
#ASTROLOGÍACOMOFAROENMIVIDA.